sábado, 22 de octubre de 2011

TECNICAS DE LA JOYERÍA ETRUSCA

En la realización de los adornos, los antiguos orfebres usaban técnicas e instrumentos distintos, según el efecto decorativo deseado.


ATAUJIA


Este tipo de decoración se obtiene engastando metales de distintas coloraciones en surcos, grabados en sección a "cola de golondrina" sobre un soporte metálico más duro del encajado. La inserción se obtiene por martilleo de hilos en lámina de oro, plata, cobre, etc. Sucesivamente se lima la superficie para eliminar las asperezas hasta obtener una lisura homogénea.




CADENAS

El tipo más difundido de cadenas de oro o de plata es el llamado "fiocco in fiocco". Se doblaba el hilo redondo a fin de formar anillos cerrados aptos para la soldadura y luego se modelaban en forma de aro y se enganchaban entre sí. Se podía variar este tipo básico y hacerlo más complejo doblando o triplicando los anillos, o combinando entre sí diferentes tipos de cadenas como para formar fajas. Una vez terminada la cadena se la aplastaba por medio de martilleo dándole el característico aspecto de trenza. Se cubrían las extremidades con un pequeño cilindro laminado.
 

DORADO


En la orfebrería antigua se encuentran a menudo objetos de plata y bronce dorados. El dorado se obtenía aplicando una hoja de oro prensada por medio de rnartilleo. Se alternaba esta operación con numerosas cocciones hasta regularizar el sistema cristalino de los metales obteniendo la difusión molecular. En el caso de fíbulas de desarrollo zigzagueante que no podían ser martilladas, se empleaba una hoja de oro más espesa, aplicada redoblando los bordes con enganches mecánicos. Queda todavía una cuestión abierta: el primer empleo de la técnica del dorado con fuego y amalgama de mercurio, aunque es dado suponer que los Etruscos conocían ese metal líquido porque se encontraba en las colinas metalíferas de la Marisma Toscana. Hoy día el dorado industrial se efectúa con procedimientos electrolíticos. Por medio de la galvanización se deposita el oro en solución, en forma de sal, sobre los objetos a dorar.
 

 


FILIGRANA

Muy difundida en Mesopotamia a partir del III milenio a.J.C., la técnica de decoración con hilos en oro fue empleada en la orfebrería etrusca del período orientalizante. Se soldaban hilos torcidos de distinto espesor (en una armilla de Vetulonia alcanzan los dos décimos de milímetro) sobre un fondo de lámina obtenido con un efecto de coloración que animaba la superficie lisa. Muy a menudo los orfebres etruscos preferían la técnica a giorno: se modelaba el hilo describiendo zigzagueas o nicandros de varios tipos en el interior de un espacio vacío (el telar) entre los elementos laminares. Luego se soldaban las partes entre sí a la estructura.




FUSIÓN

Los primeros hallazgos obtenidos con el método de la fusión, y más exactamente por "fusión abierta", se hicieron en Mesopotamia y remontan aproximadamente a 3500 años a.J.C. Esa técnica muy sencilla consiste en rellenar con una colada de metal fundido una cavidad hecha en una matriz de piedra o arcilla. El metal una vez enfriado, torna la forma de la cavidad, Se retoca luego con un cincel para eliminar las imperfecciones y avivar su modelado. Ese método se reveló eficaz sólo para objetos chatos ya que no permitía ni las figuraciones de cuerpo entero ni la presencia de concavidades. Es por eso que fue adoptada la fusión en "cera perdida" (cire perdue) que consistía en añadir en la base del objeto modelado en cera, un cono revestido con una capa de arcilla muy espesa. Al secarse la arcilla se practicaba un respiradero en el vértice de la forma que, volcada y puesta a contacto con el calor, hacía licuar la cera y consolidar la forma (el revestimiento de arcilla). Antes de que la forma se enfriara, se hacía colar el metal fundido por el hueco de alimentación (canal de cono). Una vez solidificado se ponía todo el conjunto en un líquido para que se enfriara de manera brusca a fin de quebrar el revestimiento dejando libre el objeto así obtenido. Luego había que limpiar el objeto con un raspador y cincelarlo. Actualmente en orfebrería se utiliza la técnica de la "microfusión" que con algunas variantes y nuevos recursos repite la de la cera perdida, utilizada en la antigüedad. Hoy en día se utiliza también el mercurio en vez de la cera (solidificado por congelación); el revestimiento se cierra herméticamente para eliminar las burbujitas (que al fundirse se vuelven granos). El metal fundido se inserta por medio de la fuerza centrífuga para obtener mayor rapidez en la colada y mayor adhesión y compactación a la superficie de los modelos.


 
 

GRABADO

El grabado es una técnica que se diferencia totalmente del cincelado con el que a veces se confunde. La diferencia consiste en que el hierro para cincelar hunde el metal sin quitarlo, mientras que el buril y el "chaple", con su punta cortante le rasgan un alzo metálico. Algunas joyas egipcias del 2000 a.J.C. muestran grabaciones y se las considera trabajadas con utensilios de piedra dura puntiagudos. El empleo de la técnica del grabado con buril se difundió sólo después que se confeccionaron utensilios de hierro y acero. Existen varios tipos de grabado, corno el químico, llamado antiguamente "aguafuerte", nombre debido a la utilización de ácido nítrico; el grabado mecánico realizado con el auxilio de pantógrafos, de maquinaria para cortar diamantes y el guilloché (se trata de una vieja técnica utilizada en el siglo XIX por Fabergé que trabajaba para el zar); el fotograbado y la modernísima electroerosión empleada también para la fabricación de moldes y cuños.
 

 


GRANULADO

Esta técnica se emplea a partir del III milenio a.J.C. en las civilizaciones del Asia anterior, en Egipto, en las islas del mar Egeo y en Grecia. Durante el VII siglo a.J.C. y a través de los Fenicios, se introdujo también en Etruria donde se realizan objetos muy refinados y sofisticados. A pesar de raros intentos técnicos, en la época romana ya no se emplea esa técnica. El granulado consiste en aplicar sobre una lámina de oro pequeñísimas esferas también de oro, puestas una al lado de otra y soldadas entre sí hasta formar una grandísima variedad de decoraciones. Las esferitas o "granos" se obtenían cortando trozos de hilo de lámina, puestos en un crisol, entre capas de polvo de carbón y fundentes. Al poner el crisol sobre el fuego y al alcanzar el calor el punto de fusión del oro, los trozos de hilo y de lámina se funden tomando formas esféricas.


 
 

HILOS

De las láminas se sacaban hilos de distintas medidas. Las tiras de hojas de oro se martillaban en sus esquinas y se insertaban en las hileras de piedra dura, bronce o hierro (técnica todavía utilizada), o bien se retorcían a fin de crear hilos redondos bastante regulares. Un buen ejemplo de los niveles de perfeccionamiento alcanzados con los hilos de oro es el godronné que se obtiene ejerciendo una presión con un utensilio formado con varias hojas; técnica que permitía alcanzar fuertes efectos decorativos.

 
 

MODELADO


En el caso en que para la decoración fuera necesario repetir varias veces el mismo motivo, se utilizaban punzones que se golpeaban sobre la lámina según el procedimiento del repujado.







REPUJADO Y CINCELADO

El repujado es una de las técnicas más antiguas y rebuscadas; se efectúa sobre láminas de metal precedenternente sujetas sobre pez caliente; encima de la lámina se reproduce el dibujo y se perfila con puntos para remarcar el contorno y los detalles a repujar. Con hierros largos, redondeados y achaflanados llamados "hierros para repujar" y con un martillo apropiado, se golpea sobre la lámina. La pez que contiene grasa animal y cera de abeja, absorbe el choque haciendo ceder el metal pero al mismo tiempo protegiéndolo con su elasticidad; así que el metal al chocar con el hierro se deforma plásticamente modelándose según el dibujo y repujándose, movimiento del que deriva el nombre de la técnica. Se trabaja la lámina en negativo, a partir de abajo. Hay que alternar la operación de repujado con frecuentes "cocciones" para evitar que el metal al endurecerse se quiebre; las repetidas cocciones regularizan su estado cristalino. Al terminar las operaciones de repujado, la lámina así modelada se separa de la pez y se retoca en su cara anterior después de rellenar con pez las partes repujadas en negativo. Se perfecciona el trabajo con hierros secos que no cortan, llamados cinceles. Con éstos se trazan de nuevo los contornos que se habían tornado inciertos cuando la pieza fue repujada. Se vuelven a delinear los varios planos del modelado, se acentúan las concavidades añadiéndose ornamentos delicados y exquisitos, de modo tal que podemos definir el cincelado como obra preciosa y refinada que perfecciona la cara anterior de los objetos. 






Enlace: http://www.raulybarra.com/museos/joyeria_etrusca/galeria2.htm

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